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lunes, 29 de junio de 2015

¿Cómo es hacer moda en Cuba?



Casi todo en Cuba se hace con pocos recursos y el mundo de la moda no iba a ser la excepción. Aún así, es un contexto donde sobresale la creatividad dentro de unas limitaciones que nada tienen que ver con el individuo y sus deseos de hacer arte. Y aunque el trabajo siempre debe de duplicarse, las ganas y el intercambio de información con otros hace que los procesos sean muy llevaderos y los resultados, trofeos que se atesoran como oro.

Rolando Rius lleva toda su vida creando y amando la moda. Es un veterano, muy conocido en el país. Egresado de la Escuela Superior de Diseño Textil de La Habana, desde hace seis años trabaja de manera independiente. "Trabajo en base a ser optimista, sin pensar en los problemas para conseguir materiales, reciclando, experimentando, la idea es mantenerse activo para que no muera el talento".

Yudel Rifat Contreras lleva menos en este mundo y es el diseñador de la empresa FAMA, adherida al Ministerio de la Industria Ligera, donde diseña prendas para el gobierno y de vez en cuando hace sus propias colecciones. "Hace poquito que estoy en serio en esto, pero siempre me ha gustado. No estudié, soy empírico y he recibido mucha ayuda de gente profesional que me ha apoyado, como Rolando".

"Ésa es una de las cuestiones que marcan el quehacer de la moda en Cuba: las colecciones. Rolando y Yudel hacen una colección anual a través del Ministerio de Industria Ligera, que organiza una estrategia inspirada en las tendencias internacionales y propone a los diseñadores la creación de una colección. No existen pasarelas como en otros países, es un sistema atípico, el Estado es el benefactor y ellos son los que les proporcionan los materiales, solo se hace una feria anual donde muestran sus creaciones. "Tenemos que hacer algo para la mayoría de la población y algo un poco más exclusivo para tiendas especializadas, pero no es suficiente" dice Yudel.

No siempre lo que les proporciona el ente gubernamental está actualizado y deben nutrirse de revistas de tendencias que amigos extranjeros o turistas les dejan. Los materiales son escasos y muy difíciles de conseguir, el lino y el algodón, los únicos textiles con los que se puede trabajar en un país con un clima tropical, provienen de una industria deprimida y adquirirlos es casi imposible. "No podemos compararnos con los diseñadores de fuera, primero aquí el clima y la economía nos remite a casi una sola vía: la comodidad" afirma Rolando.

En Cuba la gente está informada de la moda, pero con ingenio, con picardía. Durante el período especial (1991-1995) en Cuba nadie dejó de maquillarse o de estar totalmente de blanco para lo que fuera, eso da una idea del carácter del cubano que se moldeó a partir de esa crisis: se volvió más paciente. Necesitan crear para vivir, las crisis los vuelven invencibles, "siempre pensamos que podemos hacerlo" dice con orgullo Rolando.

"Podemos tener un aire internacional que siempre será cubano desde la manera de afrontar la vida; de la gestualidad. Creemos que una prenda hecha por nosotros, una persona que haya vivido en el trópico le sacaría más jugo. Nuestras pieles asimilan el color de otra manera, haciéndolo mas vivo y cadencioso. Le da una energía que proviene del sol que nos ilumina perennemente" reflexiona Yudel.

¿Cómo es hacer moda en Cuba?

Rolando: Es difícil, por la escasez de materiales. Sabes que la moda se basa en tendencias y lineamientos y a veces no tienes los tejidos con los colores adecuados para cada temporada, los estampados que se llevan, etc. Muchas veces no tienes accesorios o complementos para la ropa. Es un reto hacer moda en Cuba.

¿Y para recibir información?

Yudel: Eso ha mejorado. Ya existe internet y páginas web, es más fácil.

Pero en Cuba casi no hay internet...

Rolando: Hay más información ahora que en un período de tiempo donde la información escaseó mucho. Viene gente, esa gente trae revistas. Y bueno, a través de internet se resuelve más, aunque sea lenta.

¿Las cubanas compran moda?

Yudel: Les es difícil realmente comprar las cosas que se llevan o que se diseñan en Cuba. Muchas veces los diseñadores tenemos problemas para hacer producciones en serie. La industria nacional está deprimida, en el sentido de producir lo que verdaderamente puede ser llamado moda. Aunque al cubano le gusta, sobre todo a la gente joven, seguir las tendencias es muy complicado.

¿Dónde pueden ver lo último que se hace en moda los jóvenes cubanos?

Yudel: En internet, por revistas. Personas de afuera que ven en la calle y lo copian.

Rolando: Ahora mismo, tu traes ese look y a lo mejor alguien te lo copia. Se supone que la gente que viene está más informada.

Y en Cuba, ¿qué se confecciona?

Rolando: Mayoritariamente uniformes, se hace un poco de producción para las tiendas del Estado. Lo que no se puede es arriesgar mucho, hay que andar en un diapasón clásico. No es moda.

Y a ustedes, ¿quién les compra?

Rolando: Yo vendo mucho a las mismas modelos que son compradoras potenciales. O los que se mueven dentro de la farándula habanera, que sí están un poco más informados.

¿Qué es la farándula habanera?

La gente que se mueve más en la noche, que ha salido y viajado. Gente un poco más involucrada en la cultura, como los artistas plásticos. En general, personas con más sensibilidad.

Y los precios, ¿cómo son?

Cuando vendo de forma independiente, vendo a precios elevados porque me cuesta conseguir las cosas y sé cuál es la clientela que lo puede pagar.

¿Cuán elevado es un precio para un cubano?

Rolando: Que a lo mejor por una prenda pidas 50 pesos convertibles cubanos (aproximadamente 50 dólares) o más. A mí me compran también casas que hacen fotografías para quinceañeras. Son casas que están llevadas por personas que están o estuvieron vinculadas al mundo de la moda, como ex-modelos y maquillistas, y ahora trabajan para casas que hacen las fotografías de quince. Me compran mucho la ropa porque les gusta y las fotos entonces son un poco más trendy, más fashion en ese sentido.

¿Ustedes incentivan a otros jóvenes para que hagan moda?

Yudel: Somos portadores de información y usuarios. La escuela forma diseñadores industriales, que abarca todas las formas del diseño desde vestuario, calzado y accesorios hasta muebles, cerámica y diseño de interiores.

¿Dónde compran las telas?

Rolando: En tiendas de telas situadas en el centro de La Habana, que tienen precios bastante elevados. Las importan de distintos lugares. Existen textileras, pero están enfocadas a resolver problemas del país, como la confección de uniformes.

Hacer moda es difícil, ¿pero tiene alguna satisfacción para ustedes?

Rolando: Cuando ves el resultado sí. Porque al final es como un reto, lograr cosas se convierte en un desafío. Que puedas hacer algo y que tenga aceptación. Yo le llamo 'tropicalizar las tendencias', hacerlas cubanas.

¿Cómo ven las conversaciones con Estados Unidos?

Rolando: Pienso que es a largo plazo. Se abrirá en un futuro que no creo sea muy cercano. Y para que llegue al mundo de la moda, va a llevar un tiempo.

¿Qué esperan en sus vidas para el futuro?

Rolando: Pienso que ha habido cambios favorables en los últimos años, los cuales a corto o mediano plazo van a favorecer el desarrollo del país y abrirse a otros mercados. Eso permitirá que otros mercados entren a nuestras vidas y hará que ésta mejore.

Yudel: Suceda lo que suceda, espero seguir haciendo moda.

Texto y foto: Luis Cobelo
i-D, 25 de febrero de 2015.

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